lunes, 9 de abril de 2012

Hot dogs.

Un amigo me dijo que hace unos días pusieron en Cuatro la película "El padre de la novia". Siempre me gustó esa película, porque aparte de que refleja la preocupación típica (y totalmente normal) que sienten los padres al ver que se acerca tan odiado momento en el que, para sus hijas, ellos dejan de ser el hombre de su vida, ironiza dicho momento con situaciones cómicas.
Por ejemplo, me llamó la atención una reflexión que hace Steve Martin cuando va al supermercado. Empieza a abrir un paquete de pan para perritos calientes, y le quita dos panes, dejándolos en la estantería. Luego coge otro paquete y hace lo mismo. Y luego con otro. Llega el encargado del supermercado y le dice: -Disculpe, ¿qué cree que está haciendo?
A lo que el actor contesta: -¿Que qué estoy haciendo? ¡¡¡Estoy sacando los panes que no me hacen falta!!! Porque solo quiero 4, ¡no 6! Algún jefazo de las salchichas se ha debido de poner de acuerdo con otro jefazo de los panecillos, se creen que somos idiotas y que vamos a pagar de más. Por eso quito lo que no quiero, que son estos panecillos.

Es una escena que da mucho que pensar. Cierto es, que ocurre lo mismo cuando compramos queso en lonchas, o embutidos variados, nunca coinciden con el número de rebanadas de pan de molde. ¿Qué paradoja, no?

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